Recuerdos de una Batalla Épica en la NHL
Por Scott Powers, Eric Stephens y Mark Lazerus
En Chicago, actualmente, la frase se ha convertido en un chiste, un meme y una cita que vive en la infamia cómica. Sin embargo, hace 10 años, cuando el agitador de los Anaheim Ducks, Ryan Kesler, la pronunció, era una advertencia, una amenaza, un ethos. En la final de la Conferencia Oeste 2015, los aguerridos Ducks de Bruce Boudreau estaban decididos a machacar a los habilidosos Chicago Blackhawks de Joel Quenneville en el hielo, hasta que no quedara nada de ellos.
Los Blackhawks habían ganado la Stanley Cup en 2013 y alcanzaron la prórroga del Juego 7 de la final de conferencia en 2014. Estaban esencialmente reducidos a cuatro defensores, exhaustos y sobreviviendo únicamente por pura determinación, desafiando toda lógica. Y Anaheim lo sabía.
«Eran el equipo con el que queríamos jugar porque siempre pensamos que éramos mejores que ellos»
Dijo Boudreau. «Obviamente, no lo conseguimos. Pero recordaré esa serie para siempre.»
La Serie Recuerda
Es una serie que perdura en la memoria: la devastadora actuación de Anaheim, el esfuerzo heroico de los cuatro defensores principales de los Blackhawks, Jonathan Toews quebrando a Frederik Andersen y uno de los goles no anotados más memorables en la historia moderna de la NHL. Aquí está la historia oral de Ducks-Blackhawks, a 10 años de distancia.
Bruce Boudreau, entrenador de Ducks: Pensábamos que éramos el mejor equipo. Había mucha confianza en el vestuario. La camaradería era excelente. No estábamos impresionados por Chicago; esa era la clave. No estábamos atónitos ante ellos. Luego ganamos el primer juego.
Andrew Shaw, delantero de Blackhawks: Lo vi. Supe que no había forma de que pudiera atraparlo con mi palo con cuatro o cinco chicos alrededor de esa portería. Estaba cayendo perfectamente para mí, así que, sin pensarlo, simplemente salté y lo cabeceé hacia la red. Conectó perfecto; hizo lo que esperaba que hiciera.
Patrick Kane, delantero de Blackhawks: Es la prórroga. Es un cabezazo. Nunca lo habías visto antes. Solo esperas que cuente. Creo que en el fondo de nuestras mentes sabíamos que probablemente había algo mal en eso.
Andrew Cogliano, delantero de Ducks: Solo esperas que esa no sea una anotación. Ni siquiera sabía la regla. No creo que nadie realmente sepa las reglas.
El Estrés y la Expectativa
Marián Hossa, delantero de Blackhawks: Nunca piensas en este tipo de situaciones, solo cuando suceden. Cuando ocurrió, saltamos. Luego, estábamos como, ¿fue un gol? ¿Legal? ¿Ilegal?
Brad Richards, delantero de Blackhawks: Nunca es bueno ir 2-0, ya sea en casa o fuera. Bajar 2-0 en un largo juego de triple prórroga, a veces duele un poco más.
En ese contexto, el juego se vuelve una batalla de resistencia.
Jonathan Toews: Básicamente, solo estábamos sobreviviendo. Se pueden decir muchas cosas sobre los playoffs que tuvo Duncan Keith, pero esa fue una donde simplemente seguía y no sabía cómo lo estaba logrando.
El Impacto de la Historia
La serie fue más que un simple enfrentamiento; se convirtió en un símbolo de lo que significa la perseverancia en el hockey. Cada jugador tenía su momentos recordados que, aunque no fueran parte de la victoria total, siempre permanecerían como huellas de la lucha y la camaradería.
Nate Thompson, delantero de Ducks: Cuando regresamos, pensé de inmediato, “Vamos a ganar este juego de hockey.”
Desde cada intersección de la serie se crearon historias y leyendas. Los jugadores recuerdan esos momentos tanto como el espíritu de un equipo que luchó incansablemente, buscando la grandeza y la gloria.
Boudreau: Me sentía mal. Pero luego, una vez que estás 2-0 en el Juego 7, realmente las emparejamientos quedan en el olvido porque estás jugando desde atrás todo el tiempo.
La serie se convirtió en un testimonio del espíritu competitivo y del legado que perdura en la historia del hockey.
Conclusión
A diez años de esta emblemática serie, los ecos de la batalla entre los Ducks y los Blackhawks aún resuenan en el mundo del hockey. Para muchos jugadores, la experiencia de ser parte de una serie tan intensa es invaluable, dejando lecciones y recuerdos que seguirán influyendo en sus futuras carreras y en el deporte mismo.
Kane: Pienso en lo divertido que fue. Definitivamente es una época divertida.
Así, el hockey no solo celebra los goles y las victorias, sino también las historias de lucha, las conexiones entre los jugadores y la pasión por el juego.
La historia siempre será recordada, reflejando los desafíos y los triunfos de aquellos que llevaban sus corazones al hielo.