El Renacimiento del Fútbol Femenino en Italia
En 2019, el equipo femenino de Italia se presentó en el escenario global durante la Copa Mundial de Francia, donde alcanzó los cuartos de final con un plantel compuesto exclusivamente por jugadoras amateurs. Este desempeño cautivó la imaginación del público y posicionó al equipo como símbolo de un renacimiento para la orgullosa nación futbolística de Italia, especialmente en un año en que el equipo masculino fracasó en clasificar a su propia Copa del Mundo. El éxito de 2019 aceleró la búsqueda de igualdad de oportunidades y la posibilidad de hacer crecer el fútbol femenino en Italia, lo que llevó a la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) a anunciar que la Serie A Femenile se convertiría en profesional en 2022.
Desafíos y Cambios Recientes
Sin embargo, lamentablemente, el equipo nacional no logró replicar su sorprendente actuación en Francia. Fue eliminado de la Euro 2022 y de la Copa del Mundo 2023 en la fase de grupos, una serie de resultados que no solo frenó su progreso, sino que también condujo a la renuncia de la entonces entrenadora Milena Bertolini, quien dejó el cargo tras una carta abierta publicada por las jugadoras en Instagram, en la que afirmaban que no estaban en condiciones de tener éxito.
Ahora, dos años después y entrando en su tercer año de profesionalismo en la liga doméstica, Italia cuenta con un nuevo entrenador, Andrea Soncin, de 46 años, un plantel cada vez más potente, que incluye a la primera mujer italiana nominada al Balón de Oro, y clubes locales que están atrayendo inversiones privadas significativas. La combinación de la turbulenta historia del fútbol femenino en Italia y sus recientes avances los convierte en un equipo intrigante en el Grupo B, junto a España, Portugal y Bélgica, para el próximo torneo Euro 2025.
Cultura y Prejuicios en el Fútbol Femenino
¿Pero qué podemos esperar de ellas? La historia del fútbol femenino en Italia está marcada por una cultura de «machismo» profundamente arraigada, así como por una falta de interés, inversión y tiempo para aquellas que intentan abrirse camino. Por ejemplo, en 2015, Felice Belloli, presidente de la Asociación Italiana de Fútbol Amateur, fue grabado diciendo:
No se puede hablar siempre de dar dinero a estas cuatro lesbianas.
Aunque negó haber usado esa frase, fue destituido poco después debido a su negativa a renunciar, y estuvo prohibido del fútbol durante cuatro meses tras una investigación.
A pesar del prejuicio que existía, también había una falta de conocimiento sobre el fútbol femenino en el país. Incluso Bertolini tenía escaso entendimiento de la historia de su equipo. Al ser cuestionada sobre la selección italiana de 1999, el último equipo en clasificar antes de una ausencia de 20 años, respondió:
No los vi. En 1999, ni siquiera sabía de qué se trataba el fútbol femenino.
Un Futuro Brillante para el Fútbol Femenino
A pesar de que una liga doméstica existía desde 1968, la FIGC la había ignorado hasta 2018. Sin embargo, un equipo nacional compuesto por jugadoras amateur alcanzó los cuartos de final de la Copa del Mundo 1991 y participó en los primeros cuatro torneos del Campeonato Europeo entre 1984 y 1991, llegando a las finales del Euro 1993 y del torneo de ocho equipos en 1997. Durante las siguientes dos décadas, Italia sufrió un cierto declive, participando en todos los torneos de la Euro, pero sin avanzar más allá de los cuartos de final en 2009 y 2013.
El sorprendente desempeño de 2019 reafirmó el potencial del fútbol femenino en Italia. A pesar de ser un equipo completamente amateur, Italia venció a Australia y Jamaica en la fase de grupos, y solo perdió 1-0 ante Brasil. Posteriormente, obtuvieron una memorable victoria en octavos de final contra China, lo que les permitió enfrentar a los Países Bajos en cuartos de final. Con las transmisiones televisivas en canales principales, atrajeron un récord de seis millones de espectadores por primera vez en un partido femenino.
Las jugadoras italianas fueron recibidas como heroínas.
Esperamos que todo esto no termine, sino que el interés continúe. Las chicas lo merecen.
Con base en ese impulso, un año después, la FIGC anunció que las jugadoras de la Serie A se convertirían en las primeras atletas femeninas totalmente profesionales en Italia para 2022. Los últimos años han sido parte de un proceso que ha implicado mucho trabajo y pequeñas guerras. El equipo nacional ahora está mejor posicionado que nunca para tener éxito.
Inversiones y Futuro del Deporte
La sorprendente actuación de 2019 reafirmó el potencial del fútbol femenino en Italia, pero los primeros pasos se dieron a nivel doméstico en 2015, cuando la Fiorentina adquirió la licencia de la Serie A del A.C.F. Firenze, convirtiéndose en el primer club femenino profesional del país. Ahora la liga está compuesta en su mayoría por clubes del fútbol masculino establecido, y un desarrollo reciente ha sido la adquisición de Mercury/13 de Como Women en marzo de 2024, que promete invertir $100 millones en clubes femeninos.
Con un mayor respaldo financiero, el futuro del fútbol femenino en el país parece estar más asegurado. Aún más impactante fue la eliminación del tope salarial en 2022, lo que permitió a los clubes más ricos firmar jugadoras extranjeras y atraer a las mejores talentos italianas del resto de la liga.
El plantel de Italia está repleto de experiencia en torneos internacionales, y la columna vertebral del equipo ahora tiene alrededor de 25 años y están en el mejor momento de sus carreras. Se espera que este grupo lleve al equipo a nuevas alturas en el Euro 2025.
Conclusiones y Expectativas para el Euro 2025
Si Italia quiere dejar huella en la Euro 2025, es fundamental que la FIGC encuentre una manera de construir sobre el éxito de los equipos nacionales y unificarse en la búsqueda de una mayor inversión en el deporte. Como afirmó la atleta paralímpica italiana Giusy Versace en 2019:
Son mujeres que han logrado entrenar y alcanzar este nivel gracias a patrocinadores considerados y a sus propios bolsillos, no al estado.
Con una variedad de talentos que destacan en la liga doméstica, viajarán a Suiza con un mensaje claro: están listas para demostrar su valía.