La historia de Jason Collins
Jason Collins no tenía la intención de convertirse en un portavoz ni en el líder de una causa. Simplemente deseaba vivir una vida abierta y honesta, despojada de las excusas y evasivas habituales que a menudo acompañan a quienes están en el armario. Sin embargo, al salir a la luz como el primer jugador activo y abiertamente gay en la historia de la NBA en 2013, su papel evolucionó.
La historia de Collins y de otros atletas que se atreven a salir del armario se convierte en un plano para aquellos que contemplan dar el mismo paso en las principales ligas profesionales masculinas de América del Norte — como la NBA, NFL, MLB, NHL y MLS.
El contraste en los deportes femeninos
En contraste, el recorrido en los deportes profesionales femeninos ha sido diferente; las jugadoras que han salido del armario cuentan con un apoyo generalmente mayor por parte de sus ligas y aficionados. En el ámbito masculino, el avance ha sido lento y titubeante. No obstante, las experiencias de Collins son significativas y ofrecen un impacto duradero.
Preparativos de boda y reflexiones
En el momento de esta entrevista, el contexto era especial para Collins, ya que se preparaba para casarse en dos semanas con su novio de larga data, Brunson Green. La emoción era palpable, y las preguntas logísticas giraban en torno a la boda:
“¿Está listo el toldo? ¿Y la comida? ¿Y el DJ? Y todas esas otras cosas que hacen que un fin de semana sea divertido y agradable”
, comentó Collins por teléfono desde Austin, Texas.
Así, se reveló una sutil diferencia entre estar en el armario y sentirse cómodamente fuera de él. Durante la conversación sobre la boda, se le preguntó si Joe Kennedy, un excongresista de Massachusetts y antiguo compañero de cuarto de la universidad, asistiría.
“Creo que Joe vendrá”
, respondió Collins. Luego hizo una pausa para verificar a Brunson sobre la asistencia del matrimonio.
Si Collins hubiera estado en los inicios de su carrera en la NBA, podría haberse cuestionado antes de redirigir la conversación a un amigo presente, incluso dudar en usar un apodo cálido. Pero este no es el caso, ya que, tras años de trayectoria y visibilidad, las barreras se han desvanecido.
La evolución de la visibilidad LGBTQ+
Ahora, en 2025, más de una década después de que Collins emergiera como figura notable en la visibilidad de la comunidad LGBTQ+ en el deporte, se encuentra casado con Green, un destacado productor en Hollywood, conocido por haber producido películas como The Help, la cual fue nominada a un Oscar.
Aunque su matrimonio no fue un intento de hacer titulares, la visibilidad que ha alcanzado es innegable. Collins ha compartido su historia como parte de un esfuerzo para abrir caminos para otros atletas que contemplan su propia salida del armario. Según Kennedy,
“Jason no lo hizo para hacer una declaración, sino para levantar la mano y decir: ‘Estoy aquí’”
Impacto en otros atletas
Este mensaje de aceptación se extiende a otros atletas. Ryan O’Callaghan, exjugador de la NFL, recuerda el impacto que tuvo su propia salida del armario; recibió un correo de un padre que reconsideró su relación con su hijo tras escuchar su historia.
Las historias de atletas abiertamente gay como Robbie Rogers han cambiado las dinámicas en los vestuarios, creando un ambiente de aceptación. Rogers, que salió del armario en 2013, fue acogido por sus compañeros de equipo sin discursos ni fanfarrias. A partir de su experiencia en el vestuario, el intercambio informal con Donovan fue un momento transformador para él.
Hoy, Rogers ha encontrado éxito tanto en su vida personal como profesional, casándose con el productor Greg Berlanti y trabajando en importantes producciones televisivas. A medida que los atletas profesionales continúan compartiendo sus historias, como lo hizo Collins en su ensayo para Sports Illustrated, se forma un precedente que puede influir en generaciones futuras.
Reflexiones finales
La lucha no está terminada, y aunque muchos continúan enfrentándose a retos, el avance en la aceptación y la visibilidad de atletas LGBTQ+ en el deporte es un camino que sigue evolucionando. Como menciona Collins, hay un trabajo que hacer, y la historia continúa sirviendo de inspiración para aquellos que aún buscan su voz en un mundo que a veces puede ser hostil. La historia de cada atleta que sale del armario no solo es un acto personal de valentía, sino también un paso hacia un futuro más inclusivo y representativo en el deporte.