Jack Draper gana más ‘respeto’ con su ascenso pero mantiene su actitud humilde

Victoria y Cambio de Estatus

Jack Draper (izquierda) estrecha la mano de Mattia Bellucci después de su victoria en cuatro sets en el Abierto de Francia. Fotografía: Christophe Petit-Tesson/EPALa.

La vida de un jugador de alto nivel en un Grand Slam está a años luz de la dura realidad de ser uno más entre la multitud. Los mejores tenistas son programados rutinariamente en los estadios más grandes, se les asignan vestuarios exclusivos y reciben preferencias en las canchas de entrenamiento, entre otras ventajas. En los últimos años, Draper ha notado cómo el trato de sus compañeros ha cambiado a medida que ha comenzado a cosechar éxito.

Hace cuatro años, cuando debutó en la ATP en el Miami Open, le costaba encontrar un compañero de entrenamiento. Hoy, la historia es diferente.

El Cambio en las Relaciones

«Es natural», dice Draper.

«Cuando eres nuevo, nadie te conoce. Especialmente en el circuito. Es trabajo. Quieres practicar con un buen jugador. Y si no conoces a esa persona, si es joven o lo que sea, probablemente pensarías: ‘Oh, preferiría practicar con alguien más’.»

«Nunca he sido así. No me importa con quién practique, si es un compañero de entrenamiento o un jugador de élite. Siempre trato de dar lo mejor de mí. Eso es natural: a medida que juegas más, pasas más tiempo en los vestuarios y ganas más partidos, la gente te respeta más.»

Valores y Respeto

Aunque muchos asocian el estatus y los logros en la cancha con el respeto, Draper señala que lo que realmente le importa es el carácter y la integridad de quienes lo rodean:

«Algunos jugadores definitivamente ganan respeto por sus habilidades en el tenis. Sin embargo, yo siempre he pensado que solo es golpear una pelota por encima de una red. Yo respeto a las personas que son buenas y tienen buenos valores, que muestran su carácter de una manera realmente buena. Eso es lo más importante para mí.»

El Apoyo Familiar

A medida que su éxito continúa atrayendo más interés y atención, Draper ha subrayado la importancia de apoyarse en su familia y amigos cercanos. Habla constantemente de su familia y procura pasar tiempo libre en casa con ellos. Esta vez, ellos han venido a apoyarlo. Junto a su equipo de entrenadores y su hermano Ben, que también es su agente, Draper está acompañado en París por su madre, Nicky, y su abuelo materno, Chris.

«Él no viaja demasiado», comenta Draper con una sonrisa al referirse a su abuelo.

«Mis abuelos son una parte enorme de mi vida. Siempre está pendientes del ranking en vivo, siguiendo mi tenis. Está obsesionado con eso. Lo llena de energía. Así que tenerlo aquí… mi hermano y mi madre pueden cuidarlo un poco.»

«Él sabe todo lo que está pasando en el circuito, conoce lo que hacen todos los británicos. Simplemente ama el tenis, así que tenerlo aquí es muy especial para mí. Su esposa, mi nana, que tiene demencia, ha sido una parte fundamental de su vida. Tenerlo aquí es simplemente muy, muy especial.»

El Desafío de la Segunda Ronda

Con cinco jugadores británicos en individuales –Draper, Katie Boulter, Jacob Fearnley, Sonay Kartal y Cameron Norrie– en acción de segunda ronda el jueves, Draper tendrá que enfrentarse a uno de los públicos más adversos de su carrera cuando juegue contra Gaël Monfils, quien cuenta con una afición local conocida por ser muy intensa. Monfils realizó un regreso espectacular el martes por la noche, luchando desde dos sets abajo para vencer al boliviano Hugo Dellien.

«Siempre he dicho que Jack será un jugador top-10», comentó Monfils. «Cuando era joven, jugó mucho en la práctica. Me gusta mucho el chico. Es un jugador fantástico. Es un top cinco. Tiene muchas armas. Va a ser difícil. Él está en plena confianza.»