Impacto de la Ola de Calor en la Copa del Mundo de Clubes
La ola de calor que ha afectado a los Estados Unidos en los últimos días ha causado gran preocupación entre jugadores y aficionados en la Copa del Mundo de Clubes. Para hacer frente a las altas temperaturas, los jugadores han recurrido a cubrirse con toallas heladas y sumergir sus manos y pies en cubos de hielo. En Charlotte, Harry Kane incluso se sumergió la cabeza en agua fría. En el Estadio TQL de Cincinnati, los suplentes del Borussia Dortmund observaron la primera mitad de su partido contra los Mamelodi Sundowns desde el vestuario, evitando así el calor del borde del campo. El entrenador del Dortmund, Niko Kovac, comentó que estaba «sudando como si hubiera salido de una sauna» después de que su equipo ganara ese partido en condiciones de 32°C (89.6°F).
Tras el partido contra el Paris Saint-Germain en Pasadena, justo afuera de Los Ángeles, el centrocampista del Atlético de Madrid, Marcos Llorente, describió el clima como «imposible, terriblemente caliente. Me dolían las uñas de los pies«. Mientras tanto, en Filadelfia, el Chelsea jugó a temperaturas de alrededor de 36°C (97°F), que los meteorólogos estimaron como si fueran 41°C (106°F). El entrenador del Chelsea, Enzo Maresca, expresó a los periodistas: «Es casi imposible entrenar o llevar a cabo una sesión en estas condiciones. La sesión de esta mañana ha sido muy, muy corta».
Efectos del Calor en el Rendimiento Atlético
Pero, ¿qué efecto tiene exactamente el calor en el cuerpo de un atleta? El Dr. Chris Tyler, fisiólogo ambiental de la Universidad de Roehampton en Londres y experto en estrés térmico en deportes de élite, explica: «Nosotros estamos alrededor de 37°C (98.6°F) en reposo. La mayoría de las personas tienen problemas si su temperatura se eleva de dos a tres grados más de eso, así que el margen de seguridad es escaso«. Esto ocurre porque el cuerpo envía más sangre a la piel para tratar de deshacerse del exceso de calor, resultando en menos sangre en el tronco y, crucialmente, menos sangre en el corazón.
Como resultado, realizar el mismo ejercicio a la misma intensidad resulta en un mayor esfuerzo y se siente más difícil en temperaturas altas. Según Geoff Scott, exjefe de medicina y ciencia del deporte en Tottenham Hotspur, los jugadores pueden perder un mínimo de dos litros de líquido por encuentro jugando en temperaturas más frescas en la Premier League. En condiciones de calor y humedad, esta pérdida puede incrementar hasta cinco litros por partido.
La falta de electrolitos esenciales, como sodio, cloruro y potasio, es una preocupación importante. En los días previos y especialmente el día del partido, se debe enfatizar la hidratación para asegurarse de que los jugadores estén consumiendo suficiente agua y bebidas deportivas con electrolitos adecuados. El no abordar adecuadamente la hidratación puede llevar a la «zona de deshidratación«, provocando mareos, fatiga y calambres musculares.
Adaptaciones y Prevención del Estrés Térmico
Si no se controla el aumento de la temperatura corporal, podría derivar en un golpe de calor. «Cuando la sangre se dirige a la piel, disminuye el volumen sanguíneo en el sistema cardiovascular«, comenta Scott. «Ese es el problema: tu presión arterial baja.» Alguien que se ejercita moderadamente probablemente pararía, pero estos jugadores no pueden detenerse (durante un partido), lo que les coloca en mayor riesgo.
«Los buenos equipos se adaptan tácticamente, como se observa en el tenis, donde los jugadores eficaces hacen que sus oponentes corran más». – Dr. Chris Tyler
Para lidiar con temperaturas extremas, los atletas adaptan su rendimiento. Tyler explica que la distancia media recorrida se reduce durante los partidos en clima caluroso y se enfoca más en la posesión del balón. Los equipos pueden jugar un estilo más conservador, basado en la posesión, durante 90 minutos. Esto es evidente en equipos como el Manchester City.
Dada la breve ventana de tiempo entre el final de la temporada europea a finales de mayo y el inicio de la Copa del Mundo de Clubes el 14 de junio, muchos equipos no contarán con suficiente tiempo para aclimatarse antes de aterrizar en Estados Unidos. Los equipos participantes provienen de países con climas más frescos, lo que hace el desafío aún mayor.
Preparación para el Calor
La FIFA, el organismo rector del fútbol mundial, implementa pausas de enfriamiento cuando la temperatura del globo húmedo (WBGT) supera los 32°C (89.6°F). Además, sus expertos médicos han estado en contacto regular con los clubes para abordar la gestión del calor y la aclimatación, colaborando con las autoridades médicas locales en esta materia.
Desde la perspectiva de los jugadores, la Copa del Mundo de Clubes representa un ensayo para la versión de selecciones nacionales el próximo año. El verdadero desafío en la Copa del Mundo de Clubes está claro: el rival más difícil podría no ser el equipo contrario, sino el calor. Y la preparación para esto debe comenzar ahora.