Introducción a la crisis del USMNT
A pesar de comenzar la Copa Oro de la Concacaf con dos victorias, parece que el equipo nacional masculino de EE. UU. (USMNT) se encuentra en una crisis. Christian Pulisic, Antonee Robinson y Yunus Musah han solicitado abandonar la Copa Oro. También, otros jugadores como Gio Reyna (Borussia Dortmund) y Weston McKennie y Timothy Weah (Juventus) no participaron debido a compromisos con la Copa del Mundo de Clubes.
Además, Folarin Balogun (Mónaco) y Sergiño Dest (PSV), considerados los dos jugadores con mayor potencial en el grupo, no están en la lista por lesiones. Esta era la última oportunidad del USMNT para probarse en partidos competitivos antes de la Copa del Mundo del próximo verano, y una ocasión para corregir los errores de la derrota 1-0 ante Panamá en la Liga de Naciones.
Sin embargo, con casi el 80% o 90% de la alineación titular esperada no disponible, parecía una oportunidad perdida para que algunos jugadores marginales reivindicaran su lugar en los planes de Mauricio Pochettino para cuando los partidos realmente cuenten.
Rendimiento y actitud del equipo
Las derrotas en los amistosos contra Suiza y Turquía, por un abultado marcador de 6-1, evidencian que EE. UU. necesita mejorar si busca una trayectoria sólida en 2026. La actuación del equipo fue decepcionante y la actitud de sus estrellas, cuestionable.
Landon Donovan, exjugador estrella del USMNT, criticó abiertamente el compromiso de Pulisic con la selección nacional.
Este último respondió mostrando una conversación con ChatGPT, en la que revelaba haber consultado a Pochettino sobre la posibilidad de jugar en los amistosos y luego perderse la Copa Oro. Esto llevó a que Pochettino recordara su papel como director técnico con autoridad:
«Cuando firmé mi contrato con la federación, soy el entrenador principal. No soy un maniquí.»
Expectativas y consecuencias
A un año de coorganizar la Copa del Mundo, muchos esperaban una tendencia ascendente en el USMNT bajo el mando de Pochettino, pero lo que se observa es un panorama desolador. Los mejores jugadores parecen más interesados en el ocio que en competir, los padres están en conflicto con exjugadores, y los roces entre el capitán y el entrenador se hacen públicos.
A pesar de contar con un cuerpo técnico caro y experimentado, el progreso parece mínimo, una experiencia que se asemeja a las crisis que han atravesado otras selecciones nacionales de élite en los últimos años.
El enfoque del futuro y la comparación con el pasado
Los futbolistas estadounidenses parecen preocuparse menos por representar a su país, algo que puede ser positivo a largo plazo. Aquel momento de 1994, cuando EE. UU. organizaba su primera Copa del Mundo moderna, parece lejano. Los jugadores de aquella época eran en su mayoría aficionados, con la mayoría atados a la Federación de Fútbol de EE. UU. como empleados a tiempo completo.
Pasadas las décadas, la realidad ha cambiado drásticamente: ahora hay un número creciente de estadounidenses en las mejores ligas europeas, con ocho jugadores en el equipo actual que han costado más de 20 millones de dólares en transferencias, y cada vez más de ellos compitiendo en la Champions League.
La presión de las ligas y la necesidad de jugadores estadounidenses para defender sus posiciones en los clubes han alterado el panorama. Aunque la Copa del Mundo siempre será el evento más prestigioso, la Champions League se ha configurado como la cumbre del fútbol mundial, ofreciendo un alto nivel técnico y físico que eclipsa muchos del fútbol internacional.
Tensiones y futuro del USMNT
A medida que más estadounidenses ascienden en el fútbol europeo, la falta de interés en la selección nacional podría intensificarse, especialmente si se sienten fatigados por las exigencias del calendario. Las declaraciones de jugadores como Kylian Mbappé, Lionel Messi y Robert Lewandowski ilustran un patrón en el que el éxito con sus clubes predomina sobre el rendimiento internacional.
Esto se traduce en jugadores que se sienten menos comprometidos con el USMNT, lo que lleva a conflictos entre entrenadores y jugadores y a consecuencias en el desempeño del equipo.
La historia reciente de otros equipos nacionales demuestra que estas tensiones no son exclusivas de los estadounidenses. Equipos altamente talentosos como el de Argentina vivieron periodos de crisis similares, a pesar de los logros que han presentado en los últimos años.
Sin embargo, a medida que se acerca la Copa del Mundo, el USMNT tiene la oportunidad de dejar atrás la disfunción actual y concentrarse en lo que realmente importa: competir al más alto nivel, dejando atrás las controversias y la fatiga.
Perspectivas de optimismo
Finalmente, incluso con todos los desafíos actuales, hay espacio para el optimismo. A medida que avanza el torneo, es probable que jugadores como Pulisic y Musah den lo mejor de sí en la búsqueda de éxitos en el escenario más grande del fútbol mundial.