El papel de Ed Woodward en el reclutamiento del Manchester United
Cuando Ed Woodward supervisaba el reclutamiento del Manchester United en su rol de vicepresidente ejecutivo, no ocultaba su opinión respecto a que un objetivo de transferencia con una cláusula de liberación en su contrato podía simplificar mucho las negociaciones. Esta fue una de las razones que hizo atractivo a Antoine Griezmann en el verano de 2017. Woodward sabía que se necesitarían 100 millones de euros para rescindir su contrato con el Atlético de Madrid, y así todos, tanto los clubes como el jugador, tenían claridad sobre lo que se debía hacer.
Fichaje fallido de Griezmann y su legado
Sin embargo, el fichaje de Griezmann nunca se concretó, ya que José Mourinho, quien había ganado la Carabao Cup y la Europa League en su primera temporada al mando en Old Trafford, decidió destinar sus recursos a otras áreas del equipo. A pesar de eso, la posibilidad de fichar al internacional francés continuó sobre la mesa hasta el final de la ventana de transferencias, porque para Woodward habría sido relativamente sencillo de ejecutar: pagar el dinero y conseguir al jugador. Woodward dejó el club hace tiempo; renunció en 2022. Sin embargo, tal vez se habría permitido una sonrisa al ver la primera incorporación de United en esta ventana de transferencias de verano.
La llegada de Matheus Cunha
Matheus Cunha se unirá a United tras activarse la cláusula de liberación de 62,5 millones de libras en su contrato con los Wolverhampton Wanderers. La transferencia se completará oficialmente después del parón internacional. Es fácil entender por qué el entrenador del United, Ruben Amorim, desea contar con Cunha. El brasileño sobresalió como delantero interno en el sistema 3-4-3 de Wolves —el mismo sistema que utiliza Amorim— y cuenta con experiencia anotando goles en la Premier League, marcando 15 tantos el año pasado y 12 en la temporada anterior.
Negociaciones y contratación de Cunha
Para el CEO de Manchester United, Omar Berrada, y el director de negociaciones futbolísticas, Matt Hargreaves, hubo otros factores que hicieron atractivo a Cunha. La cláusula de liberación en el contrato del jugador en Molineux significó que no hubo negociaciones sobre la tarifa; las únicas conversaciones con Wolves se centraron en el método de pago. United ofreció pagar en plazos durante cinco años, mientras que Wolverhampton exigió el pago en un plazo de dos años. El anuncio del acuerdo el 1 de junio, primer día de la ventana especialmente introducida por FIFA antes de la Copa Mundial de Clubes, fue una evidencia de su relativa simplicidad.
El «impuesto de United» y consecuencias en fichajes futuros
Al igual que con Griezmann, United sabía exactamente qué debía hacer para cerrar el trato. Sin embargo, no siempre es tan sencillo, como Woodward experimentó de primera mano al negociar traspasos. Él solía decir a sus colegas que los negocios del club en el mercado de transferencias venían con un «impuesto de United», es decir, una prima que los clubes rivales imponen a los jugadores cuando el United, históricamente uno de los clubes más grandes y ricos del mundo, está interesado. El exdirector de fútbol, John Murtough, hizo referencias similares.
Desafíos de otros clubes y el caso de Newcastle United
Manchester United no es el único club que enfrenta este problema. Newcastle United se ha frustrado al sentir que enfrentan un «impuesto saudí», debido a que los clubes perciben intenciones de sobrecargar a los jugadores por su propiedad del fondo soberano de Arabia Saudita, el PIF. Cada club que se considera con recursos económicos profundos considera esto un problema. Sin embargo, no es algo que se pueda probar fácilmente y, en el caso de Manchester United, el club a menudo ha caído en la trampa de sobrepagar por sus jugadores.
Ejemplos de sobrepago y cambios en la estrategia
Con los directivos del club en pánico por el inicio de Erik ten Hag como entrenador en 2022, se gastaron más de 150 millones de libras en Casemiro y Antony en un lapso de siete días al cierre de la ventana de transferencias. Estos acuerdos son ahora considerados como errores costosos, tanto en términos de tarifas de transferencia como de salarios, por parte de quienes están dentro de Old Trafford. Rasmus Højlund es otro ejemplo. Aún existe cierta fe en que el jugador de 22 años se convertirá en el delantero prolífico que esperaban al ficharlo desde Atalanta en el verano de 2023, pero el alto costo de sus 14 goles en Premier League en dos años pesa mucho.
Nueva dirección en el mercado de fichajes
Hubo un cambio radical de política el verano pasado, cuando United se retiró de las negociaciones con Everton por Jarrad Branthwaite, al considerar que su valoración era excesivamente inflada. No fue casualidad que esta fuera la primera ventana gestionada por Berrada, quien había sido parte de la jerarquía en Manchester City, donde con frecuencia desechaban objetivos debido a lo que consideraban demandas irracionales. En un giro del destino, Alexis Sánchez, Harry Maguire y Fred, todos exobjetivos del City, encontraron su camino hacia Old Trafford.
Desafíos financieros y objetivos de futuro
Fuentes del club han señalado a ESPN que, a pesar de los desafíos financieros, han creado «espacio» para fichar nuevos jugadores este verano, mediante la reducción de la nómina salarial y otros ahorros, incluido a través del programa de despido del copropietario Sir Jim Ratcliffe. Sin embargo, el mensaje claro es que cualquier gasto deberá ser «disciplinado» ante una temporada sin fútbol europeo, y no se descarta que Berrada, Hargreaves y el director técnico Jason Wilcox puedan abandonar sus búsquedas si consideran que las valoraciones son demasiado altas. Quieren a Bryan Mbeumo de Brentford, pero, según fuentes, se negarán a pagar más de lo que se ha establecido como su «punto de precio». Otras opciones incluyen a Antoine Semenyo de Bournemouth y Eberechi Eze de Crystal Palace.
Un futuro incierto para el Manchester United
A medida que United busca recuperarse de su peor temporada doméstica en más de 50 años, la presión está sobre la capacidad del club para reclutar nuevos jugadores. Berrada y su equipo están decididos a evitar los errores del pasado y construir una plantilla que lleve al club en la dirección correcta, todo mientras navegan por un delicado equilibrio financiero. Ya no pueden permitirse el «impuesto de United».