Introducción
Era muy apropiado que el Paris Saint-Germain comenzara su Club World Cup a solo unos kilómetros de Hollywood, ya que este es un paralelo adecuado para describir la plantilla de Luis Enrique en la temporada pasada. Allí estaban, en el abrasador calor californiano, apenas 15 días después de vencer al Inter 5-0 en la final de la Champions League. Con temperaturas alcanzando los 30 grados centígrados (86 Fahrenheit), el PSG habría sufrido mucho si intentaba jugar con su intensidad habitual.
El Desempeño del PSG
El Atlético de Madrid tenía un protocolo efectivo, siendo uno de los tres únicos equipos que lograron vencer en el Parc des Princes la temporada pasada (junto con el Niza y el Liverpool) cuando obtuvieron una sorprendente victoria de 2-1. La mayor fortaleza del PSG es su capacidad de adaptación. Sin el talismán Ousmane Dembélé en la posición de delantero centro, carecían no solo de goles, sino también de un elemento clave en su ataque que maximiza el potencial de los extremos y de los laterales volantes.
“Tuvimos que adaptarnos”, dijo Senny Mayulu, quien anotó el quinto gol en la final en Múnich y marcó el tercero del PSG contra el Atleti como sustituto en la segunda parte.
El PSG construyó su campaña de Champions League sobre la presión, el control de la posesión, el dominio territorial, y un devastador contraataque. Su victoria inicial sobre el Atleti se debió a su talento para jugar al fútbol a ritmo reducido.
“Por supuesto, las condiciones eran difíciles”, afirmó el mediocampista del PSG, Vitinha, tras el partido.
Estrategias de Juego
El técnico, en el centro del triángulo del mediocampo del PSG, Vitinha, como lo había hecho a menudo en las eliminatorias de la Champions League, a veces retrocedía hacia la línea defensiva para permitir que el lateral izquierdo Nuno Mendes avanzara. Esto proporcionó al PSG amenazas por ambas bandas, con Achraf Hakimi haciendo lo mismo por el lado contrario.
El enfoque del Atlético fuera de la posesión era replegarse, a veces convirtiendo su bloque 4-4-2 en un 6-3-1 cuando ambos extremos se comportaban como laterales auxiliares. Tuvieron cierto éxito en la transición, encontrando posiciones para centrar rápidamente después de que el PSG perdiera el balón, y carecieron de su usual agudeza en la contra-presión.
“El horario es genial para las audiencias europeas, pero los equipos están sufriendo”, dijo Luis Enrique en su conferencia de prensa posterior al partido.
Estadísticas y Consecuencias
El PSG llevó a cabo su juego con el balón: realizaron 817 pases, casi cuatro veces más que los 275 del Atleti, y aún así solo intentaron 10 centros. El PSG no estuvo fuera de juego en ninguna ocasión y solo lanzó un pase largo una vez cada 16 toques. Jugar con extrema seguridad, tomando toques adicionales y realizando pases cada vez más cortos, significó que las distancias entre los jugadores se mantuvieron mínimas.
El Atlético solo logró tres intercepciones (el PSG tuvo 12), lo que fue parte del plan de juego de Diego Simeone, pero también una prueba de lo complicado que es defenderse contra el PSG.
“Ellos viven con el balón. Esa es la manera de ver el fútbol de Luis Enrique,” explicó César Azpilicueta.
Conclusión
Con el marcador 1-0, hubo un momento en que había 24 yardas entre los dos delanteros del Atleti y sus cuatro mediocampistas. Intentaban presionar al PSG, que estaba construyendo el juego en un trío con Vitinha a la izquierda. A pesar de las adversidades, el PSG mostró su capacidad de adaptación y control sobre el juego, incluso bajo el sofocante calor de EE.UU. La actuación, aunque no fue de Hollywood, fue un verdadero acto de adaptación.
“Comienza un capítulo diferente en el que debes demostrar que tienes la capacidad de seguir renovándote”, declaró Luis Enrique sobre sus ambiciones.