La Lesión de Tyrese Haliburton
Tyrese Haliburton se ha unido a una desafortunada lista de estrellas de la NBA que han sufrido una de las peores lesiones en el deporte. La noche del domingo, sufrió una ruptura del tendón de Aquiles que requirió cirugía el lunes. Esta lesión es una de las más devastadoras en la historia del baloncesto, ya que no solo puede cambiar el rumbo de una temporada, como ocurrió en un Juego 7 de las Finales de la NBA, sino que también ha frustrado las aspiraciones de un equipo de los Pacers que estaba en ascenso en la Conferencia Este. Para Haliburton, esto significa una pausa en el auge de su carrera como All-Star, justo cuando estaba comenzando a brillar a los 25 años.
Recuperación y Perspectivas
La buena noticia para Haliburton es que hay precedentes relativamente recientes de jugadores All-Star que han logrado recuperarse y retomar sus carreras a un alto nivel. Ahora, el enfoque se centra en su recuperación y en cómo impactará sus perspectivas a largo plazo. Esta situación recuerda a sus compañeros All-Stars, Damian Lillard y Jayson Tatum, quienes han lidiado con rupturas de Aquiles durante las últimas semanas. Afortunadamente para los tres, los avances médicos han mejorado las posibilidades de recuperación en comparación con el pasado, aunque estas lesiones aún pueden tener un impacto significativo en el curso de sus carreras.
Ejemplos de Jugadores Afectados
Es difícil predecir cómo se verán Haliburton, Tatum y Lillard tras su recuperación, pero podemos observar lesiones similares en jugadores destacados de la reciente historia del baloncesto. Algunos de los casos más notables incluyen a:
Kobe Bryant: Kobe sufrió una ruptura del tendón de Aquiles en abril de 2013, al final de la temporada regular. En ese momento, a sus 34 años, su caso es más comparable al de Lillard que al de Haliburton o Tatum. Bryant estaba en una parte crucial de su carrera, jugando a un nivel estelar, y promediaba 27.3 puntos, 6 asistencias y 5.6 rebotes por partido en la temporada 2012-13. Sin embargo, nunca volvió a ser el mismo después de esa lesión. Un regreso en diciembre llevó a una fractura de rodilla, dejándolo fuera el resto de esa temporada. Aunque continuó jugando dos temporadas más, su rendimiento se vio afectado por las lesiones; promedió 22.3 puntos en 35 juegos durante la 2014-15 y solo 17.6 puntos en su última temporada, antes de retirarse en 2016.
Klay Thompson: La lesión del tendón de Aquiles de Thompson es única, ya que sufrió esta ruptura en noviembre de 2021 mientras se preparaba para regresar tras romperse el ACL en 2019. Se perdió dos temporadas completas antes de volver a las canchas a los 31 años. Aunque ha sido un jugador productivo desde su regreso, su rendimiento ha variado y no ha alcanzado el nivel defensivo alto que tenía antes de las lesiones. Sus porcentajes de tiro han estado entre 41.2% y 43.6%, inferior a sus cifras anteriores a la lesión. Sin embargo, sigue siendo uno de los mejores tiradores de tres puntos en la liga, promediando más de 20 puntos en sus temporadas de regreso.
Kevin Durant: Durant es un ejemplo importante, ya que sufrió una ruptura del tendón de Aquiles en 2019. A diferencia de Haliburton, que se lesionó durante la temporada, Durant optó por jugar en unas Finales de la NBA y, tras la lesión, no jugó en la temporada 2019-20. Al regresar con los Brooklyn Nets en 2020-21 a los 32 años, superó las expectativas, siendo All-Star en cada una de sus cinco temporadas posteriores, promediando más de 26 puntos y con un alto porcentaje de aciertos. Su caso proporciona razones de optimismo para Haliburton, ya que continúa siendo una de las fuerzas ofensivas más dominantes en la liga.
Consideraciones Finales
Es importante recordar que cada ruptura de tendón de Aquiles es única y cada jugador tiene diferentes circunstancias. La recuperación de Lillard, por ejemplo, a los 34 años, podría diferir significativamente de la de Haliburton, que tiene solo 25. Asimismo, Tatum, como alero, y Haliburton, como escolta, enfrentan diferentes demandas físicas. Por lo tanto, no se puede esperar que sus trayectorias de recuperación sean similares. Tal vez la lección más importante al observar estos casos es que cada jugador tiene su propio recorrido y no existe un estándar a seguir.