Cómo Pep Lijnders, el aliado más confiable de Klopp, se convirtió en asistente de Guardiola

Pep Lijnders y su nuevo camino

Pep Lijnders había estado considerando cuidadosamente su próximo movimiento tras ser despedido por el Red Bull Salzburg el pasado diciembre. Esto le dolió después de siete meses como entrenador en jefe en Austria. Necesitaba tiempo para superarlo.

Después de 18 años entrenando en el extranjero, regresó a su Holanda natal junto a su esposa, Danielle, y sus pequeños hijos, Benjamin y Romijn. Estaba disfrutando de un primer descanso prolongado en casi dos décadas: llevar a los niños a la escuela, jugar al ajedrez y tomar café junto al río en su casa cerca de Venlo.

Interés de clubes y nueva oportunidad

Sin embargo, había comenzado a extrañar la emoción de estar en el campo de entrenamiento. Recibió interés de clubes en Portugal y el Norwich City se puso en contacto durante su búsqueda de un nuevo entrenador principal. A pesar de presentar una propuesta, Lijnders no fue la opción adecuada y el Norwich contrató a Liam Manning.

La situación se complicó porque Lijnders seguía en un permiso especial de Red Bull Salzburg sin un acuerdo financiero en relación con los dos años restantes de su contrato.

La oferta de Guardiola

Una semana después, recibió una llamada telefónica de Pep Guardiola que lo cambió todo. El entrenador del Manchester City quería que Lijnders se uniera a su cuerpo técnico como asistente.

Guardiola, reorganizando su equipo técnico, le pidió a Lijnders hacer por él lo que había hecho por Jürgen Klopp en el Liverpool. Habló sobre principios futbolísticos y responsabilidades, dejando claro que lo necesitaba a bordo de inmediato para el Mundial de Clubes.

Reflexiones y decisiones

Aunque la llamada no fue del todo inesperada, la idea de trabajar para el City representaba un gran cambio dada su afinidad con el Liverpool. La rivalidad había sido intensa durante sus años en Anfield.

Sin embargo, Lijnders se convenció de que era una oportunidad que no podía dejar pasar. Al final de esa primera conversación, había aceptado en principio el trabajo. Después de varios días, se acordaron términos personales y Lijnders decidió hacer el movimiento.

Nuevo comienzo en el Manchester City

El 4 de junio, se llegó a un acuerdo con Salzburg y Lijnders firmó su contrato con el City, que no pagó compensación. El movimiento se confirmó el mismo día, con Lijnders viajando a Manchester para comenzar a trabajar.

La idea de que Lijnders fuera el número dos de Guardiola había sido inesperada, especialmente dado su reciente paso por el Red Bull Salzburg, donde no tuvo los resultados deseados. Reflexionando, se dio cuenta de que había pedido demasiado a un equipo joven: «Cambio demasiado rápido».

Primeros pasos y futuro

Lijnders no quería desarraigar a su familia, que permanecerá en su tierra natal, visitándolo regularmente. La decisión de unirse al City no debe interpretarse como una renuncia a ser el principal responsable.

A solo 42 años, aún tiene aspiraciones de ser entrenador, y su nuevo contrato en el City le permitirá seguir creciendo en su carrera.