Final del Abierto de Francia
ROLAND GARROS, PARÍS — Coco Gauff vuelve a la final del Abierto de Francia. La tenista estadounidense aseguró su lugar en un enfrentamiento entre la No. 2 y la No. 1 del ranking mundial, al vencer de manera contundente a Loïs Boisson, la comodín francesa que se había convertido en la sensación del torneo.
Desempeño en la Pista
Gauff, que frecuentemente cuenta con el apoyo del público, se adentró en territorio enemigo la noche del jueves, enfrentándose a Boisson y 15,000 aficionados franceses listos para hacer vibrar la pista Philippe-Chatrier. La joven tenista mostró su fortaleza competitiva, igualando a Boisson golpe por golpe en casi cada intercambio, ya fuera esperando un error o buscando un balón para atacar. Al término de 70 minutos, había logrado una victoria abrumadora de 6-1, 6-2 sobre una jugadora que, durante las últimas dos semanas, había sorprendido a algunas de las mejores del circuito.
Después de brillar como una superestrella durante 10 días, Boisson, con la ayuda de Gauff, volvió a ser la jugadora que solo recientemente había ingresado al top 100. Gauff ha mostrado diferentes maneras de perder partidos en la actualidad. A veces, pierde el control de su servicio y sus golpes desde el fondo, lo que le dificulta encontrar la cancha.
Estrategia y Tácticas
Otras veces, una jugadora potente como Sabalenka ejerce un tenis agresivo que le quita tiempo para reaccionar. Como la mayoría de las jugadoras, Gauff anhela tiempo para posicionar sus pies y colocar su cuerpo detrás de la pelota. Es tan habilidosa como cualquiera en usar sus piernas para recuperar tiempo, cubriendo la cancha de manera excepcional y devolviendo suficientes bolas en movimiento para recuperar el control de cualquier punto, por perdido que parezca.
Ha pasado un tiempo desde que alguien logró vencer a Gauff en su propio juego en un torneo importante, y eso fue precisamente lo que Boisson intentó hacer al inicio del encuentro. Era difícil culparla, ya que esa estrategia la había llevado de ser una comodín desconocida a alcanzar las semifinales, adormeciendo a una oponente tras otra, incluidas dos de las seis mejores en la WTA, mediante un laberinto de profundas derechas con topspin, cortados de bajo efecto y potentes ataques sorpresivos.
Si sumamos la velocidad y la condición física de Boisson, su enfoque se vuelve extremadamente peligroso, especialmente en la arcilla roja de Europa, que favorece a quienes pueden jugar un tenis de resistencia, siempre y cuando tengan también algunos golpes decisivos.
Un Enfrentamiento de Maestras
Sin embargo, al enfrentarse a Gauff, Boisson se encontraba ante una de las maestras de ese estilo de juego: una veterana con seis años de experiencia en el tenis de Grand Slam y un potente motor forjado en el calor del sur de Florida, capaz de correr toda la noche en una fría velada primaveral en París. Boisson es buena en ese juego, pero Gauff simplemente es mejor, al menos lo fue la noche del viernes.