Resumen de la actuación de Carlos Alcaraz en Roland Garros
ROLAND GARROS, PARÍS — Carlos Alcaraz tuvo una noche espectacular en París. En un día en el que su oponente, Tommy Paul, se vio afectado por lesiones en el abdomen y la pierna, Alcaraz recordó al mundo cuán sublime puede ser su tenis cuando está en plena forma.
Tras una semana de partidos algo irregulares según sus propios estándares, Alcaraz ofreció un espectáculo de precisión, golpes sutiles y derechas potentes que probablemente nadie podría haber alcanzado. Las estadísticas fueron abrumadoras: sirvió cerca del 80 % durante gran parte de la noche y ganó el 87 % de los puntos mientras servía. Además, dobló el total de puntos de Paul y logró ganar la mitad de los puntos en el primer servicio de su rival. No permitió un solo punto de quiebre y terminó el encuentro en 94 minutos con un contundente 6-0, 6-1, 6-4.
El Sonido de la Perfección
Los números eran impresionantes, pero lo realmente notable era el sonido de la pelota golpeando sus cuerdas, que resonaba en la cancha Philippe-Chatrier. A 250 pies de distancia, sonaba como un martillo golpeando una estaca para partir un tronco; a 150 pies de distancia, parecía como si ese tronco estuviera rompiéndose justo al lado de tu oído.
«Podía cerrar los ojos y todo encajaba»
, comentó Alcaraz, quien ha estado practicando con los ojos cerrados últimamente, durante su entrevista en la cancha.
Ese sonido podría haber creado su propia imagen. La percusión de un partido de tenis no debería sonar como lo que salía de la raqueta de Alcaraz. Cuando está en su mejor momento, no necesita intentar jugar a la manera convencional, y por eso no lo hace. Convierte la cancha de tenis en un laboratorio experimental.
La Dominación en la Cancha
¿Colocar una derecha a lo largo de la línea en una carrera muerta desde 10 pies detrás de la línea de fondo? Sin problema. ¿Devolver un intenso golpe de derecha de un oponente con un ligero golpe de amortiguación desde el fondo de la cancha? Por supuesto. ¿Apuntar con precisión a una esquina sabiendo que un fallo podría volar tan rápido que el otro no podría alcanzarla de todos modos? Claro que sí. Es espectacular hacer que un jugador del top 10 falle.
Paul es el número 8 del mundo después de Roland Garros, pero no se sentirá así tras esos 94 minutos. Esta versión de Alcaraz no había estado tan presente últimamente. Apareció en Roma, donde su principal rival, Jannik Sinner, se encontraba al otro lado de la red en la final. Sin embargo, desde su llegada a Roland Garros, ha pasado largos tramos de partidos intentando encontrar la forma que mostró en el crepúsculo parisino del martes.
A menudo, solo se necesitan 90 minutos de tenis deslumbrante para dejar todo lo anterior en el olvido. Alcaraz, un campeón de Grand Slam en cuatro ocasiones con 22 años, está nuevamente en semifinales de otro Grand Slam. Está a un partido de un probable enfrentamiento con Sinner en una superficie en la que el italiano aún busca dominar. Y de repente, Alcaraz está jugando a un nivel impresionante.