Propuesta de Promoción y Descenso en el Fútbol de EE. UU.
En los últimos 30 años, el mayor debate en los círculos futbolísticos de EE. UU. ha sido si las ligas del país deberían adoptar la promoción y el descenso, conocido como «pro-rel». A diferencia de las distintas ligas de fútbol en el mundo, que poseen esta estructura—donde los equipos de alto rendimiento en divisiones inferiores ascienden y los que tienen dificultades son relegados—la MLS nunca ha considerado seriamente esta idea. Sin embargo, esta situación podría estar a punto de cambiar.
Anuncio de la USL
En marzo, la United Soccer League (USL), que cuenta con tres niveles y planes para agregar un cuarto, anunció su intención de implementar el pro-rel en 2027 o 2028. Esto podría significar un cambio radical para el deporte en EE. UU., convirtiendo los partidos en las últimas posiciones de la liga en eventos tan atractivos como los de las primeras posiciones. Esto representaría una verdadera responsabilidad para equipos, jugadores y ejecutivos. Sin embargo, la implementación del sistema también conlleva riesgos, como la devaluación de las inversiones si un equipo desciende.
«Va a atraer mejores jugadores, personal y un espectáculo de mayor calidad para nuestros aficionados. Así, podremos tener un impacto positivo aún mayor en nuestra comunidad», dijo el ex All-Star de la MLB, José Bautista, propietario de Las Vegas Lights en el USL Championship.
La USL se compone de tres ligas: USL Championship (segunda división), USL League One (tercera división) y USL League Two (amateur). El USL Championship es el segundo nivel más alto del fútbol profesional en EE. UU., solo por detrás de la MLS.
Perspectivas sobre el Pro-Rel
El sistema de pro-rel representaría un diferenciador importante. Actualmente, los campeones de la USL no obtienen más que la satisfacción de ganar su liga. Paul McDonough, CEO de la USL, afirmó: «Nadie sentía que estábamos ganando suficiente relevancia» y citó problemas de dinero con patrocinadores y entradas.
A finales de 2021, la liga contrató a consultores para analizar el impacto de implementar cambios en su modelo de negocio, incluyendo la creación de una nueva liga de División I. Un informe destacó que el pro-rel podría aumentar los ingresos por día de partidos y comerciales entre un 15 % y un 30 %.
Retos y Oportunidades
Los propietarios de la liga se reunieron en mayo de 2023 para discutir el pro-rel y aunque no estaban listos, Brett Johnson, propietario de Rhode Island FC, defendió la propuesta. Conversaciones posteriores llevaron a que la USL decidiera avanzar con la implementación. «Es un cambio radical para la USL, y soy un gran defensor del sistema de promoción y descenso».
McDonough recordó que el anuncio ha generado un aumento de interés entre inversionistas, con algunos expresando disposición a incrementar su inversión debido al atractivo del pro-rel. Sin embargo, todavía hay muchas preguntas por resolver en el ámbito empresarial, incluyendo cómo impactará esto los derechos de los medios y si se implementarán pagos de paracaídas para los equipos relegados.
«Los comunicados de prensa han sido muy positivos porque ahora la gente está llamando y preguntando», comentó Bobby Warshaw, vicepresidente de Bloom Sports Partners.
El costo de un equipo de la USL es notablemente inferior al de uno de la MLS. San Diego FC pagó a la MLS una tarifa de expansión de $500 millones. El costo en la USL Championship es de alrededor de $20 millones, mientras que en la USL League One cuesta aproximadamente $5 millones. Esto hace que el enfoque de pro-rel esté alineado con la creación de una liga de División I.
Perspectivas de Futuro
Los desafíos no se limitan a lo financiero. También hay que considerar la demanda de los aficionados y cómo responderá el mercado ante la implementación del pro-rel. El Dr. Stefan Szymanski destaca que la reacción de los consumidores será determinante en el éxito de este sistema.
El reto es claro: para que el pro-rel funcione, debe haber suficientes propietarios dispuestos a competir y una estructura que impulse el interés y la inversión. La USL tiene de dos a tres años para resolver estos obstáculos antes de la implementación del pro-rel, permitiendo así navegar por un camino lleno de desafíos pero también de posibilidades significativas para el futuro del fútbol en EE. UU.