Analizando a Gilberto Mora, el prodigio mexicano de 16 años que rompió el récord de Lamine Yamal el domingo

El Ascenso de Gilberto Mora

Tras el extraordinario ascenso de Lamine Yamal en el último año, es fácil sentirse un poco insensible ante la tierna edad a la que futbolistas que cambian el juego están alcanzando la cima del fútbol moderno. En Gilberto Mora, México podría haber descubierto a su próximo gran talento.

Un Comienzo Prometedor

En esta época del verano pasado, el adolescente aún no había jugado un solo minuto de fútbol profesional. Sin embargo, en la última semana, Mora ha sido titular en tres ocasiones para su país, moviéndose con agilidad y confianza, desafiando completamente su edad. El jueves, proporcionó una asistencia crucial para Raúl Jiménez, un delantero que tiene más del doble de su edad, ayudando a México a llegar a la final de la Copa Oro. Tres días después, jugó 75 minutos en la victoria de su equipo, dirigido por Javier Aguirre, sobre Estados Unidos, superando a Yamal y al gran Pelé como el jugador más joven en levantar un trofeo internacional, con 16 años y 265 días.

Un Talento Brillante

Es difícil no prestar atención a Mora, cuya exuberancia infantil parece casi cómicamente fuera de lugar junto a algunos de los veteranos curtidos que lo rodean. Sin embargo, sus actuaciones en la última semana, en un papel de mediocampista poco familiar, irradiaron compostura y experiencia más allá de su edad. México es un lugar vibrante para jugar al fútbol, con estadios repletos de color y ruido. Es aquí donde el enfoque libre y desenfadado de Mora hacia el juego ha encontrado un hogar natural, siendo un extremo ágil con control preciso que puede entusiasmar a la multitud con caños, regateos, giros y disparos desde toda la cancha.

Un Viaje Inspirador

Su temporada de despegue con Tijuana ha capturado la imaginación, dado que tuvo la oportunidad con el primer equipo tras recibir una beca para estudiar en una escuela local, a casi 4,000 kilómetros de su ciudad natal, Tuxtla Gutiérrez, en el suroeste. Tenía solo 15 años cuando debutó en la Liga MX en agosto de 2024, saltando al campo con una camiseta negra holgada con el número 251 en su espalda. Pero, por supuesto, solo 20 minutos después de su introducción, Mora dejó atrás al mediocampista rival Salvador Mariscal con un giro agudo, antes de deslizarse hacia la línea de medio campo y pasársela a Jaime Álvarez para que anotara. En menos de dos semanas, se convertiría en el goleador más joven en la historia de la primera división mexicana, anotando tras un centro favorable en el punto penal contra el Club León.

«Espero que tenga una carrera exitosa», dijo su entrenador Juan Carlos Osorio después del partido. «Este es un triunfo para la academia y para la familia de Gilberto.»

Un Futuro Brillante

Desde entonces, Mora ha acumulado más de 1,000 minutos de tiempo de juego, con comentaristas animándose cuando ‘El chamaco Mora’, el niño, recoge el balón por la izquierda. Otra frase querida desde la cabina es «¡Enfrenta, Mora!» — justo como escuchamos una y otra vez cuando Lionel Messi anotó ese icónico gol en solitario contra el Getafe en 2007. Este joven de 16 años tiene esa habilidad infalible para mantener el balón mucho más tiempo del que parece que debería. Mora fue faltado casi dos veces por partido la temporada pasada, sus pies rápidos y su bajo centro de gravedad ayudándole a esquivar desafíos y mantener su equilibrio con defensores pisándole los talones.

Versatilidad y Confianza

Predominantemente jugando por la izquierda a nivel de club, Mora no teme avanzar hacia el área penal y golpear el balón con su pie derecho, realizando 21 disparos desde ese lado del campo. Aquí, contra Santos Laguna, por ejemplo, recibe el pase por la banda con la defensa retrocediendo, rápido para enfrentarse a su lateral antes de cortar hacia adentro y lanzar un disparo bajo hacia el primer palo. También puede golpear con su izquierda, como dejó claro en esa final de la Copa Oro contra Estados Unidos.

Su habilidad técnica significa que, a nivel de club, Tijuana a menudo lo deja por la banda, como una salida para que el equipo avance rápidamente. Recibió cerca de 8.0 pases progresivos por partido la temporada pasada, la cuarta tasa más alta en el equipo, siendo un extremo al que puedes pasar el balón y esperar que lo controle, se adentre en un área peligrosa y haga que las cosas sucedan.

Un Futuro en Europa

Dicho esto, fue la disposición de Mora para desplazarse por el campo para recoger el balón lo que destacó en sus actuaciones con la selección nacional. A pesar de su figura delgada, fue utilizado como mediocampista en un 4-3-3 en cada uno de los partidos de eliminación de la Copa Oro en un rol de No. 8 por la izquierda, con Edson Álvarez anclando las cosas en el medio. Se mantuvo firme sin el balón, ganando 13 de sus 18 duelos en el suelo, pero Mora estaba en su mejor momento cuando se le daba libertad para deslizarse en los espacios detrás del mediocampo rival.

«Seguramente competirá en Europa», dijo el director de la academia de Tijuana, Ignacio Ruvalcaba, al periódico deportivo mexicano Record a principios de este mes. «Me gustaría verlo aquí un poco más, tal vez un año, y que vaya a la Copa del Mundo y luego dé el salto.»

Si sus primeras actuaciones con la selección nacional son algo a tener en cuenta, entonces Mora no debería tener demasiados problemas para dar el salto.